Otro largo fin de semana… que mereció la pena.
El 48h Open House Barcelona ha
celebrado este pasado fin de semana su cuarta edición. Ya va cogiendo solera
este festival, aumentando en participación de voluntariado y lo que es más
importante, afluencia de visitas. A mi parecer sigue flojeando la publicidad
que se hace previa al festival: a pesar de venir mucha gente, la mayoría viene
poco informada de horarios y de sitios a visitar. Eso si, el que se informa lo hace
muy bien, y se planifica su ruta para poder aprovechar al máximo el fin de semana del festival.
Se va creando poco a poco un público selecto, y eso es muy bueno.
Estándose haciendo mayor, éste año en el festival se ha experimentado con cosas nuevas respecto años
anteriores, básicamente en conceptos económicos. La idea del merchandising de
chapas, bolsas de tela, pulseras para no hacer cola, etc. no se cómo habrá
funcionado. A mi parecer es un poco atrevido pensar que la gente vaya a pagar
por algo en un festival que en si es gratuito. No es el Hard Rock Café ni el
Park Güell, para que nos entendamos. Sí que me pareció muy buena idea el cobro
de las guías: precio asequible, bastante mejores que las del año pasado y
que volaron gracias al ya mentado público selecto, que les hizo un muy buen
uso. Una de las cosas que se mantuvo respecto a otras ediciones es la preferencia de
acceso a los edificios de los voluntarios, que un año más Mocanam, Yocarti y
servidor quisimos aprovechar.
Alzado lateral de la finca Sansalvador |
Acceso por Mare de Déu del Coll. Casa del guarda |
Fuera de preocuparse, el doctor se aprovechó de la fiebre radioactiva que imperaba por aquel entonces gracias en buena medida a los recientes descubrimientos de Marie Curie en química y física (por entonces había quien creía en los efectos beneficiosos de la radioactividad) y decidió detener la construcción de la casa, adecuar el acceso al pozo mediante unas galerías-cuevas e instalar allí una planta embotelladora, para vender el agua con el acongojante nombre de AGUA RADIAL.
Fachada neoclásica y varios de los motivos vegetales |
El arquitecto contratado es Juli Marial y se marca un edificio exteriormente muy neoclásico: una fachada con tres módulos que en vertical están muy diferenciados gracias al retranqueo que hacen las alas derecha e izquierda, y dos módulos horizontales (las plantas) separados por unas grandes impostas. El pórtico de entrada con columnas y escaleras remarcan aun más el estilo. La única marca modernista son los motivos vegetales de las columnas y de la balconada, y por supuesto la tribuna lateral acristalada. Pero lo que llama la atención es el hall de entrada, con un conjunto de suelos, mosaicos, columnas y arcos arabescos que no te los esperas para nada. Vivos colores y caracteres árabes en las dos alturas que tiene el hall distribuidor en un edificio de exterior neoclásico con detalles modernistas. Eclecticismo en estado puro.
Tribuna acristalada modernista |
Hall distribuidor de la casa Marsans. Increible es poco |
Dos primeras visitas con más chicha de lo que en un principio me imaginaba, sobretodo el albergue. Pronto aún con tiempo y con ganas de más, cogemos camino al Born. Desde el Coll. A pata...
continuará