lunes, 24 de octubre de 2022

48h Open House Barcelona Edición 2022 (parte 1 de 2)


Este pasado fin de semana se celebró el Festival de Arquitectura 48h Open House Barcelona. Desde su primera edición en 2010, el festival ha ido acercando la arquitectura (y la ingeniería) al ciudadano de a pie, aumentando cada año más y más las visitas y la implicación altruista de los voluntarios.

Tuve la suerte de participar activamente en el festival en las ediciones de 2012 (como guía en Las Teresianas de Gaudí) y 2013 (como soporte en casa Sayrachs). También lo disfruté desde la barrera hace menos años, en una visita a edificios de la Vila Olímpica (biblioteca-depósito Pompeu Farbra) y a Vilassar (La Massa de Guastavino). Este año quería reengancharme al festival, y si bien dudé en hacerlo como voluntario al final he sido simple espectador. Puede que el año que viene. Piano piano.

Mapa online en mano, sin saber exactamente por donde decantarme (he tenido gratas sorpresas algún año simplemente dejándome llevar) he tirado por el recinto modernista de Sant Pau. Había varias opciones dentro del mismo recinto, así que si existían colas, tenía por donde elegir. Después de visitar el pabellón de Sant Manel y la Escuela de Enfermería, he querido cambiar de aires y relativamente cerca he podido visitar la Casa de les Altures. Para terminar he escogido algo un poco más cerca de casa, la antigua fábrica Ca l'Alier. Una pena haber llevado media hora tarde al MUHBA Oliva Artes, que estaba en la zona y hubiera sido junto con Ca l'Alier un buen combo.

Empezaremos con Casa de las alturas y Ca l'Alier, que son más cortas, y el próximo blog irá enteramente dedicado al recinto Sant Joan.


CASA DE LAS ALTURAS

Vista exterior. Foto de Albert Esteves. poblesdecatalunya.cat

Ubicada en el Parc de les Aigües, se encuentra este edificio de estilo neoárabe, que según nos cuenta la guía, había sido desde sus comienzos parte del sistema de bombas de agua del recinto (de ahí el nombre Casa de las alturas; se daba altura al agua para después distribuirla por gravedad), fue vivienda del supervisor, finca privada con jardines exóticos... Según la web de poblesdecatalunya.cat más o menos coincide la información, por lo que se puede dar por buena. El edificio que vemos es de 1890, proyectado por Enric Figueres. Después de los usos mencionados, pasó a manos del Ayuntamiento, que lo convirtió en sede del distrito Horta-Guinardó.

Efecto de las pequeñas placas solares en techo de cristal
sobre la celosía blanca de los arcos de patio.
Y armario de archivos al fondo. Poesía
En su nuevo uso el interior mantuvo el precioso patio de celosías árabes, sólo que pintado de blanco (se presupone una policromía original que se cubrió dado el nuevo carácter administrativo del edificio) y cerrado en el techo. Este cierre es curioso, porque aúna el acristalado para que entre luz y las placas fotovoltaicas, por lo que el efecto en su montaje parece una especie de neocelosía a juego con las típicas taraceas árabes. O almenos a eso me evocaba.

El resto de pinturas interiores, unos frisos rosa, granates y beiges y demás gamas pastelosas también han sido cubiertos por el blanco administrativo. Queda algún resto en los huecos de escaleras e incluso en los lavabos inferiores. Los suelos en las plantas 0 hasta arriba también son todo nuevos.

Se añadió una planta más para aumentar la superficie de oficinas. Claramente el patio central es el que da vida interior al edificio, ya que sin ella, interiormente, sería este un bloque de oficinas típico y al uso. Hay un cerramiento de cristal a modo de envolvente, que desde el exterior se aprecia pero queda muy bien integrado y no resta protagonismo a los arcos escalonados de la fachada (no encuentro su nombre, lo siento). Muy interesantes también los sótanos, que se han aprovechado para eventos tipo bodas civiles. Aquí han dejado vestigios de los suelos hidráulicos originales y se pueden ver varias paredes de carga así como las bases de las columnas que sostienen al patio central.

Exteriormente el edificio sí que mantiene la estética neoárabe que buscaba el arquitecto. Las celosías mantienen el color yeso original. Las delgadas columnas que sostienen a los arcos dan sensación de ligereza que el vidrio de la envolvente inferior, a mi parecer, la potencia. El edificio destaca en su entorno urbano y sirve de entrada al Parc de les Aigües desde la ronda del Guinardó. Fue una visita sencilla, pero porque el edificio tampoco se prestaba a mucho más.

ANTIGA FÁBRICA CA L'ALIER

Ca l'Alier con sus tres naves, su chimenea, sus grúas de fondo y gente delante

He llegado a visita empezada, pero nada que wikipedia no pueda solucionar. La antigua fábrica de Ca l'Alier se trata de una antigua fábrica del Poblenou que se dedicaba al textil, allá a mediados del siglo XIX, en una disposición de nave central relativamente estrecha con otras dos naves más anchas y altas a banda y banda. En 1909 el señor Alier la compra y se dedica a los tejidos de yute, una planta herbácea fibrosa con la que se hace arpillera. Con el tiempo la nave pasa por varias manos y varios incendios, la cubierta cae, el edificio está ruinoso y se lo acaba quedando el Ayuntamiento hace unos 10 años.

Es curioso que me haya dado cuenta de donde estaba el edificio sólo al llegar, porque llevo trabajando en la zona desde hace 10 años, y cuando aún se podía aparcar por allí (gracias Colau) pasaba casi cada día por delante. Era un edificio totalmente ruinoso y lamentable, más muerto que vivo. 

El edificio actualmente tiene un uso como hub tecnológico, innovación, etc... muy 22@. La explicación por parte de la guía se centra básicamente en el trabajo de restauración, rehabilitación, nuevos usos, integración, etc. El mantener el mismo pavimento de la calle en la nave central para dar sensación de que la calle entra, aprovechar huecos en la cubierta entre cercha y cercha para dar luz natural oblicua, luces led color azul en muros para dar más sensación de pasillo a la nave cuando cae la oscuridad... son detalles muy cuidados por parte del estudio A+M Arquitectes, además de conseguir una certificación A++ y con cero emisiones.

Las oficinas del interior de una de las naves laterales nos cuentan que son modulables, muy al estilo actual de salas polivalentes según la cantidad que gente que las ocupe. Toda la instalación está bajo el suelo, de manera que se respetan las cubiertas reconstruidas en bóveda catalana.

Para mí, lo más curioso está en el exterior. En vez de aprovechar todo el edificio que quedaba, han dejado una buena parte de él visualmente ruinoso. Una de las naves conserva solo el esqueleto, no tiene cubierta, y han aprovechado para dejar los muros con vegetación vertical y el interior con una especie de jardín urbano. Las placas metálicas que fijaban los tirantes al muro los han colocado a modo decorativo. También tuvieron que consolidar la chimenea, que entendí que seguía en pie al iniciar las obras. Símbolo del pasado industrial del Poblenou que por lo que nos cuentan, por normativa, están obligados a conservar. 

Me ha parecido muy conseguido el contraste entre lo original y lo nuevo, algo que no siempre se hace y que fue de lo que me quedó más gravado en la cabeza cuando hice el Postgrado de Restauración hace un millón de años. Aquí ves los ladrillos diferentes (no están envejecidos), ves las marcas en el suelo de los antiguos muros, las columnas nuevas de las viejas en la nave esqueleto se distinguen claramente. Uno se da cuenta en seguida que alguien le ha puesto alma en pensar eso. Tengo predilección por edificios industriales, y a mí este me ha ganado por lo aparentemente sencillo de la rehabilitación de las fachadas. Es el típico edificio que si ves como estaba antes de la rehabilitación, no te lo puedes creer. Parece mentira el cambio.


Nave de oficinas modulables (izda.), nave central con pavimento de calle también en el interior,
y media nave sin cubierta, con columnas viejas y nuevas en distintos colores (dcha.)

Con esta visita terminó mi sesión de Open House Barcelona 2022, ya que el domingo no pude escaparme a ver nada más. Queda otra entrada del blog para hablar del recinto modernista de Sant Pau, muy muy interesante. Pero, ¿qué voy a decir yo?