Ejemplo de instalación fotovoltaica para autoconsumo |
No es casualidad que estos últimos meses de crisis energética no dejen de aparecer publicaciones en páginas tipo Linkedin (la que sigo básicamente) sobre las inversiones que cierto número de empresas están haciendo en autoconsumo. A modo de publicitar sus políticas energéticas y dar a conocer su vertiente más verde. Cada vez hay más.
El
concepto de autoconsumo, hace unos años, estaba pensado básicamente para que
viviendas relativamente alejadas de las redes de suministro pudieran tener las
comodidades que el mundo eléctrico ofrecía. Instalabas unos paneles, un regulador,
unas baterías, un inversor, y a tirar del sol. Era una inversión muy importante
pero que en algunas zonas alejadas no tenía alternativa. También existía la
posibilidad de que, si tu conciencia era ecológica, tu instalación de
autoconsumo funcionara conectada a red (sin baterías) y volcaras el excedente
de electricidad a la red. La distribuidora te compensaba por la electricidad
volcada y te convertías en tu propia fábrica de electricidad.
Estas
dos modalidades son las que yo estudié hacia 2011, en unos cursos gratuitos para
nuevos parados como Técnicos en Energías Renovables. Recuerdo a mi profesor, un
argentino perro viejo ya curtido de la vida, que nos explicaba el tema sabiendo
que podría acabar todo en papel mojado. De fondo ya estaba sonando la
implantación del Impuesto al Sol, que acabó siendo una realidad en 2015. Este
impuesto no afectaba prácticamente al pequeño consumidor, pero si lo hacía en
grandes instalaciones de autoconsumo, las que de verdad podían reducir
emisiones contaminantes. Ya no les salía rentable su instalación por lo que las
desestimaron. Ya no era una alternativa rentable.
El
vuelco de la historia ocurre hacia 2018, cuando se aprueba el Real Decreto
15/2018 y el 244/19, que además de derogar el impuesto al sol, anunciaba unas medidas
para facilitar el autoconsumo en grandes instalaciones. Una prueba de que
cuando las Administraciones ayudan, todo es más fácil. Otra manera de decir que
si se quiere, se puede.
A
pesar de la pandemia, durante 2020 y 2021 creció la instalación de placas en
nuestro país, sobre todo gracias a que las empresas se sumaron al carro. En el
último medio año, a las facilidades que ya se estaban dando, se le suma la
incertidumbre del precio del gas, luz (energía), por lo que a nivel empresarial
es muy interesante tener controlado a años vista una parte muy importante de
los gastos de una compañía, como es tu consumo eléctrico. Una instalación
fotovoltaica se amortiza en unos 4 a 6 años, y la vida útil de las placas es de
unos 25 años a día de hoy.
Una
empresa que disponga de una fábrica en un típico polígono industrial, reúne varios
requisitos que la hacen perfecta para instalar un autoconsumo en placas
solares, que por ejemplo, no siempre tiene una vivienda particular: un gran
tejado, o bien plano o a dos aguas (es decir, una superficie regular enorme
donde instalarlas), un fácil acceso al mismo (es decir, se puede acceder a él fácilmente
con las placas y su estructura portante para montarlas y/o repararlas) y
espacio para colocar el inversor y los contadores en habitaciones cerradas y
controladas. El autoconsumo industrial no requiere de baterías (por norma no se
trabaja de noche) por lo que si tu autoconsumo es con excedentes, lo vuelcas a
red y recibes compensación de excedentes, etc.
Muchas
empresas ven el autoconsumo, aquí y ahora, como la única manera de reducir
costes, teniendo en cuenta que venimos de 2 años con incrementos de precios en
materiales, transporte, logística… Además, una empresa con etiqueta verde es un
gran diferenciador dentro de la gran competitividad que existe entre industrias
del mismo sector.
A
este crecimiento del autoconsumo industrial se le puede sumar el autoconsumo
colectivo en comunidades de vecinos, que también empieza a coger forma gracias
a los beneficios fiscales de los Reales Decretos antes mencionados. Pero es
verdad que no existe la facilidad de ponerse de acuerdo toda la comunidad; hay
vecinos para todo, no todos los tejados son igual de accesibles, áticos con
terraza, placas de ACS ya instaladas…
Aerogeneradores en El Hierro. La autosostenibilidad pasa por pequeñas concesiones de 50m de altura y que dan vueltas |
Una
buena medida de autoconsumo, si bien solo es posible en zonas geográficas bien
definidas, es el plan que quiere impulsar la isla de la Gomera (21.000
habitantes) de ser autónoma en energía renovable (ha aprobado 5 nuevos parques
eólicos en una isla con 17 Espacios Naturales Protegidos, pero ese es otro
cantar). Si el plan “Gomera 100% sostenible” surte efecto, se podría hablar de
una región con autoconsumo renovable, y los excedentes se podrían vender. This
is the way.
https://comparadorluz.com/faq/impuesto-sol
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/medio-ambiente/2022/06/27/62b9cd0b21efa036478b4578.html
Muy interesante Cristian, ciertamente el autoabastecimiento garantiza tener controlados como fijos unos costes que actualmente son variables y tienen perspectiva de aumentar a voluntad de fuerzas que escapan al control empresarial, el otro día me encontré este artículo, https://ecoinventos.com/aerogenerador-eolico-horst-bendix/ muy interesante de un señor jubilado que ha repensado como formar torres eólicas en trípode y como re-posicionar los pesos pudiendo de esta manera solventar el problema de la estabilidad y habilitando así la construcción de torres más altas, pudiendo aprovechar el viento de gran altura, y por ende generar más energía.
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