viernes, 16 de noviembre de 2012

Open House Barcelona 48h 2012 (parte 3 de 3)

Cuando envié el email apuntándome al voluntariado, creía que viendo mi formación me tocaría explicar o colaborar en una nave industrial o algo más ingenieril. Y resulta que el día que veo mi asignación leo: Gaudí. Pues vale.

Gaudí no es fácil de explicar. Más que nada porque todo el mundo tiene una idea de lo que es Gaudí y es muy difícil salirse de ahí. Además, quien no tenga ni idea de arquitectos (me incluyo) conocerá seguro a Calatrava, Foster como contemporáneos  y Gaudí y Puig y Cadafal como más vetustos. De manera que darselas de sabido sobre alguien a quien todo el mundo conoce, pues es complicado. Y yo hacía de guía...

Fachada principal. Ladrillo, piedra, ventanas neogóticas y almenas
El edificio que me toca explicar es el convento de las teresianas. Dentro del estilo arquitectónico, desde la calle podría pasar bastante desapercibido para el público no gaudiniano. El edifico pertenece al periodo neogótico de Gaudí (al igual que el Palacio Episcopal de Astorga, la Casa Botines, la Torre Ballesguard...) por lo que aquí no se aprecian alardes del naturalismo característico de Gaudí. Exteriormente el convento es de piedra, sobrio (exigencias del guión), con ventanas neogóticas de mampostería y hierro forjado, almenas en la coronación, poca decoración cerámica (y la poca que hay está en altura, alguna alegoría y las famosas cruces de 4 brazos. Es decir, no es una estampa del Gaudí más famoso o el que abriría un libro de fotos del arquitecto. El público general vendrá a ver el edificio porque sabe que es de Gaudí, pero no reconocerá su estampa en una primera ojeada (no es la Casa Batlló, no es el Parque Güell, no es la Sagrada Familia) y ahí es donde radica la dificultad del edificio a la hora de explicarlo.

Reconozco que la documentación de los demás guías y la mía fue bastante autodidacta. Sí que hicimos visita previa, sí que tuvimos enlaces web que empollar... pero a mi parecer no fueron suficientes. De manera que cada cual se buscó la vida como pudo. Y en parte eso te permite enfocar la explicación en lo que creas que es más interesante de explicar. A fin de cuentas la gente lo que quiere es hacer fotos, mientras menos charlas les des, mejor. Pero eso no quita que lo poco que digas sea: primero, interesante. Y segundo, verdad. Así que, como de arquitectura pura y dura estoy bastante verde, enfoqué la charla a algo más histórico (Oh Historia, verdad absoluta) con datos de construcción, personajes, etc... Al llegar al edificio el domingo por la mañana, me di cuenta que aquella información era pesada de digerir y poco útil una vez dentro del convento. Fue Dani (encargado de zona del OHB) y otra compañera guía los que comentaron sobre la luz del edificio, el juego de contrastes, etc... Era el relleno perfecto. Y finalmente, mezclando todo, fue lo que usé.

Monte Carmelo rodeado del corazón extasiado de Santa
Teresa (izd) y corazón espinado de Jesús (dcha)
Me pongo las botas "¡Botas no! Es Gaudí. Ponte mocasines". Me visto el chaleco asul sielo con el flamante logo del OHB. Llegó muerto de sueño. Son casi las 9h del domingo y ya hay gente... ¡Y abrimos a las 10h! Desde la primera persona que llegó hasta que se abrió, habían esperando ya haciando cola más de 50 personas. Entra el primer grupo, de unas 25. Me los llevo a la fachada principal. Comienza la fiesta:

Buenos días... blablabla... bienvénidos al convento de... blablabla... NOSEOYE... blablabla... Respiro. Me los imagino desnudos. Miro al gentío... Señor Gaudí, deme fuerzas.

En la calle, delante de la estatua de Enrique de Ossó (SAN Enrique de Ossó), comento que el convento lo manda construir el tal Enrique, fundador de la orden de las teresianas unos pocos años antes. Esta orden contempla que la enseñanza religiosa es importantísima desde la más tierna edad, por lo que ¿qué mejor idea de construir un convento-colegio en un terrenito a las afueras de la Barcelona de 1888, en el pueblo de Sant Gervasi?

El señor Ossó de primeras no contrata a Gaudí, sino a otro arquitecto que depende que web te dirá que fue uno o fue otro. Lo que si se sabe es que al cabo de un año, y con la cimentación y primeros metros de muros de carga levantados, despide al arquitecto y contrata a Gaudí, recomendado por el obispo de Astorga, de Reus al igual que Ossó y encima ferviente católico. Perfecto.

Nos acercamos a la fachada del edificio principal. Matizo que de los tres bloques de edificios (en forma de C), sólo en el que entraremos es de Gaudí. La gente se extraña, pues los otros dos bastantes parecidos. Un poco menos sobrios, más majestuosó incluso el que alberga la iglesia (¿La iglesia no es de Gaudí, nene? Vaya por Dios), pero indiscutiblemente posteriores. Les muestro las pocas cerámicas de la fachada: alegorías de birretes, iniciales y el escudo de las teresianas. Les muestro la forja de la verja de entrada, también con el escudo. Muy de Gaudí, muy espectacular la verdad.

Las ménsulas. Junto a "muro de carga" y "sí, hay monjas"
fueron las frases que más repetí durante el día
Entramos al nivel de calle. Mi impresión es que la gente quizás espera otra cosa. De un recibidor que hace de organizador se pasa a dos largos pasillos (simetría) del cual visitamos uno, a pesar de que la gente va por donde le da la gana. "Es simétrico señores, tanto longitudinalmente como trasversalmente". Da igual, se abren puertas cerradas y los grupos se dispersan. Yo a lo mio. Apuntamos a las claraboyas de los patios. La luz se derrama al pasillo, pero eso se aprecia mucho mejor desde arriba. Les enseño las ménsulas que sujetan el pasillo superior. Los accesos del recibidor al pasillo son grandes arcos catenarios que a la gente les encanta. Ya empiezan a ver a Gaudí. Nadie pregunta, de momento, nada.

Pasillo de arcos catenarios, aquí casi vacio.
Sombra-luz-sombra-luz... ¿se aprecia?
Llegamos a la planta primera. Lo que la gente está esperando. Han venido por ello. Los pasillos de arcos catenarios estrechos, esbeltos, blancos, luminosos. Se llenan rápido de gente. Cuando se hartan de fotos comienzo la explicación de última hora, la de la luz. Pero para ello les tengo que recordar que Gaudí se encuentra en edificio empezado, que la idea inicial de caja cerrada por fachadas y dos muros de carga interiores le imposibilita el tener luz (únicamente la de las ventanas neogóticas exteriores y la poca que entre por las ventanitas del patio de luces). Les explico que, únicamente en esta planta, Gaudí omite los muros de carga, que desvía las fuerzas verticales de la segunda y tercera planta (donde viven las monjas) a través de los arcos catenarios tan bonitos pero tan funcionales, que solventado el desvío de cargas las vuelve a reconducir al muro de carga del nivel de calle mediante ménsulas. - tomo aire - De este modo Gaudí consigue un nivel del edificio sin muro de carga, sostenido por arcos, y al igual que ocurre en una nave gótica, hace innecesario el disponer de material resistente entre nervadura y nervadura de los arcos. Donde antes era necesario la mamposteria estructural del muro de carga ahora simplemente pone cristal. Y la luz de los patios se derrama en toooodo el nivel. Es más, como que construye unas claraboyas entre éste nivel y el inferior, esta luz tmabién derrama hacia abajo. Luz directa de la azotea a la planta primera, que se llena de luz, e indirecta al nivel de calle cuando ésta derrama. Magia. Y a la gente le gusta.

Después de más de 3h  han pasado poco más de 600 personas de visita. No está nada mal. La gente en general correcta. Hacen preguntas sobre cargas, arcos, si se pueden ver las aulas, si el colegio es mixto... Unos pocos se quejan de que se ve poco. "Si es simétrico, señora!". Con algunos te enrollas más, con los pesados de turno, menos.

Experiencia del fin de semana: cojonuda. La fiesta de despedida final con todos los voluntarios, para mi gusto demasiado postmoderna. Soy de gustos sencillos: me conformo con una copa de champín en copa de plástico y soy feliz. Ganas a los organizadores no les faltan, son pocos, bien avenidos y con mucha faena a las espaldas durante meses. Cosas a mejorar, bastantes. ¿Se irá a mejor el año que viene? Segurísimo que si. La gente responde, eso es sintomático que se va por el buen camino.

¿Repetiré?: muy posiblemente.

¿Otra vez Gaudí?: ni de coña. Dadme un pozo. Llevaré mis botas.


lunes, 12 de noviembre de 2012

Open House Barcelona 48h 2012 (parte 2 de 3)

El Mercat de les Flors es el Actual Centro de Artes del Movimientos (según el encargado de hacernos la visita, decir Danza Contemporanea se quedado corto, pues el término no englobaría todo lo que hoy en día se entiende como movimiento).

Mercat de les Flors en 1929.
Se aprecia la cúpula, el pabellón actualmente
en pie (izda) y la antigua plaza con fuente
Como muchos de los edificios de la zona de Montjuïc, el Mercat de las Flors fue diseñado como pabellón provisional en la Exposición universal de Barcelona en 1929, formando parte del complejo de edificios anejos al Palacio de Agricultura. Una vez terminada la exposición, el edificio cayó en desuso y se convirtió en poco más que un almacén (llegó a albergar los pináculos cerámicos de las torres de la sagrada familia durante los bombardeos de Barcelona en la Guerra Civil).

El edificio resucita gracias a la visita que Peter Brook hace a Barcelona, buscando un recinto donde se pudiera albergar una escuela de artes escénicas. El tal Mr. Brook es un revolucionador del teatro: aboga por olvidar el estaticismo del teatro clásico, de las artes escénicas donde espectador está en un lado y artistas en otro. Propone fusionar ambos, mezclarlos, dotar de movimiento a la creatividad, de expresividad, de vida... O algo así. Nunca he sido muy amigo de la danza, baile o neoteatro, pero el guía lo explica muy bien, y resalta que Brook encuentra en este espacio abandonado justo lo que andaba buscando.

Cúpula obra de Miquel Barceló. Representa a todas las artes
removidas y mezcladas fusionando... algo.
La disposición original del edificio es perfecta para el nuevo uso. Dispone de una gran sala central, clásica, circular y culminada en una cúpula decorada con pinturas que Miquel Barceló para la reinauguración. De esta sala organizadora, en origen conectaban dos pabellones (actualmente queda uno), de estructura aporticada de madera, que a pesar de haberse acondicionado como sala multiusos y reforzada estructuralmente, han procurado con esmero que se pueda seguir viendo. Lo original de la visita, desde mi punto de vista, es como se fusiona la arquitectura y la historia del edificio con el nuevo uso que se le ha dado. El guía ésto lo vive, y sabe de las dos cosas (el hombre tiene en el centro un cargo cultural y artístico importante, no recuerdo exactamente el qué, pero también es técnico) y se nota. La gran nave-pabellón se puede combinar de 1000 formas, moviendo bancos, escenarios, material,... Se presta a lo que la idea de artes escénicas de Peter Brook necesita.

Despúes de buen sabor de boca que nos deja el Mercat, cruzamos la plaza para ver lo que en principio veníamos a ver: el Teatre Lliure. La visita nos la guía el arquitecto de la última remodelación del edificio, que por lo que nos explica ha cambiado bastante. Por lo que entendí, el edificio que alberga al Teatre Lliure era el principal edificio del palacio de agricultura, y al igual que el Mercat de les Flors, después de la exposición cayó en desuso. No fue hasta los años 90 que el ayuntamiento propuso recuperar el espacio como Teatro, enfocándolo más hacia el teatro contemporaneo que al clásico.

Esta diferencia una vez más tiene que ver con los espacios: salas diáfanas y muy modulables (los asientos se pueden subir, bajar, esconder... mediante brazos telescópicos que están debajo de ellos). A diferencia del Mercat, aquí los camerinos (que no vemos) son individuales mayoritariamente, para que ensayen los textos los artistas. Por contra, en el Mercat los camerinos son compartidos para poder ensayar las coreografías.

La verdad es que tanto Mocanam y Yocarti, como yo, nos vamos satisfechos de un par de visitas de las que no esperábamos gran cosa. Cosas de la arquitectura: lo funcional también es bello.

Más o menos: rojo Mercat de les Flors y verde Teatre Lliure. En 1929, claro

Ya solo queda que yo haga de guía al día siguiente para acabar con el fin de semana del Open House. El ingeniero explicando a Gaudí. Tela.


continuará

lunes, 5 de noviembre de 2012

Open House Barcelona 48h 2012 (parte 1 de 3)

Fue un fin de semana largo... pero mereció la pena

El 48h Open House Barcelona para el que no lo sepa es una especie de festival donde la ciudad abre unos determinados edificios al público para su deleite y disfrute. La gran mayoría de los mismos normalmente NO son visitables (ya sean por su uso diario como hoteles, centros religiosos, colegios, edificios administrativos...), por lo que la ocasión merece la pena.

La idea del Open House se originó en Londres hace ya 20 años, y poco a poco se han ido sumando otras ciudades (europeas y no europeas). La de este año en Barcelona ha sido su tercera edición, durante del fin de semana del 27-28 de octubre, y en ella he podido participar como voluntario.

El voluntariado en el Open House consiste en mostrar un edificio que te ha sido asignado a dedo por la organización, para que lo expliques lo mejor que puedas ante el público que se acerca a visitarlo en el horario asignado. Sencillo. Para ello, semanas antes asistes a unas sesiones explicativas sobre el festival, haces una visita previa a tú edificio y poco más. Una de las ventajas de ser voluntario (porque lo que es cobrar, na de na) es que tienes una cierta preferencia en las colas a la hora de visitar edificios. Así que quisimos aprovecharlo.

Plano en el centro de mando
El sábado 27 de octubre, Mocanam, Yocarti y servidor nos acercamos a ver el depósito de aguas pluviales del parque Joan Miró. Hace tiempo que tenía ganas de visitarlo (es uno de los edificios que con cita previa, se puede visitar durante todo el año), pero no acababa de ponerme en contacto con Clabsa, la empresa de aguas que gestiona su mantenimiento. Meses atrás ya visitamos las cloacas de Barcelona. Tengo una extraña afición al inframundo, creo. En serio, me gustan estos lugares apartados, oscuros, frescos... son como cuevas escondidas bajo calles transitadas y bloques de hormigón. Poético. La visita me pareció efectivista: vi lo que me imaginaba que vería, ni más ni menos. Te explican que en Barcelona hay varios de estos depósitos, cada uno de ellos regula una cuenca y la deriva o bien a la depuradora del Llobregat o bien a la del Besós. La función de estos depósitos no es la de aprovechar el agua de lluvia para regar, como alguien del publico comentó. Su finalidad es la de almacenar las avenidas de los colectores cuando estos se ven desbordados en caso de lluvia extrema. Como que en la ciudad de Barcelona el alcantarillado es unitario (lluvia y mierda circulan por igual) cuando llueve demasiado y para evitar tirar al mar toda la porquería, se acumula en los depósitos para más tarde vaciarlo poco a poco y así dar tiempo a la depuradora a que haga su trabajo. Pude visitar en el bachillerato la EDAR de Gavà y es todo un espectáculo la de porquería que llegaría al mar. Resumiendo: la visita cumplió con lo prometido, bien explicado.

Parte alta de las dos de las que consta el depósito. El grande vacía por bombeo hacia el pequeño, y éste por gravedad al alcantarillado. Suele estar seco, pero eso no significa que no huela a rayos
Al salir del depósito de Joan Miró, la intención era visitar la Font Màgica de Montjuïc. Pero claro: monumento céntrico + turistas + fin de semana + GRATIS... Imposible. De modo que fuimos detrás de la fira, a la plaça donde se encuentra l'Institut del Teatre para ver si podíamos visitar el Teatre Lliure. Parece ser que a la gente poco le atraía ese edificio, porque abriendo puertas a las 11h, sobre y cuarto aun no había nadie haciendo cola. Pero entonces tuvimos la enorme suerte que solo tienen los que no la buscan, porque los guías del Mercat de las Flors nos hicieron entrar para hacer tiempo a visitar su edificio (no es mercado ni nada, es un centro de danza contemporanea), que está justo enfrente del Teatre Lliure, ya que estaba allí el responsable del edificio y nos iba a hacer una visita en petit comité...

continuará