lunes, 5 de noviembre de 2012

Open House Barcelona 48h 2012 (parte 1 de 3)

Fue un fin de semana largo... pero mereció la pena

El 48h Open House Barcelona para el que no lo sepa es una especie de festival donde la ciudad abre unos determinados edificios al público para su deleite y disfrute. La gran mayoría de los mismos normalmente NO son visitables (ya sean por su uso diario como hoteles, centros religiosos, colegios, edificios administrativos...), por lo que la ocasión merece la pena.

La idea del Open House se originó en Londres hace ya 20 años, y poco a poco se han ido sumando otras ciudades (europeas y no europeas). La de este año en Barcelona ha sido su tercera edición, durante del fin de semana del 27-28 de octubre, y en ella he podido participar como voluntario.

El voluntariado en el Open House consiste en mostrar un edificio que te ha sido asignado a dedo por la organización, para que lo expliques lo mejor que puedas ante el público que se acerca a visitarlo en el horario asignado. Sencillo. Para ello, semanas antes asistes a unas sesiones explicativas sobre el festival, haces una visita previa a tú edificio y poco más. Una de las ventajas de ser voluntario (porque lo que es cobrar, na de na) es que tienes una cierta preferencia en las colas a la hora de visitar edificios. Así que quisimos aprovecharlo.

Plano en el centro de mando
El sábado 27 de octubre, Mocanam, Yocarti y servidor nos acercamos a ver el depósito de aguas pluviales del parque Joan Miró. Hace tiempo que tenía ganas de visitarlo (es uno de los edificios que con cita previa, se puede visitar durante todo el año), pero no acababa de ponerme en contacto con Clabsa, la empresa de aguas que gestiona su mantenimiento. Meses atrás ya visitamos las cloacas de Barcelona. Tengo una extraña afición al inframundo, creo. En serio, me gustan estos lugares apartados, oscuros, frescos... son como cuevas escondidas bajo calles transitadas y bloques de hormigón. Poético. La visita me pareció efectivista: vi lo que me imaginaba que vería, ni más ni menos. Te explican que en Barcelona hay varios de estos depósitos, cada uno de ellos regula una cuenca y la deriva o bien a la depuradora del Llobregat o bien a la del Besós. La función de estos depósitos no es la de aprovechar el agua de lluvia para regar, como alguien del publico comentó. Su finalidad es la de almacenar las avenidas de los colectores cuando estos se ven desbordados en caso de lluvia extrema. Como que en la ciudad de Barcelona el alcantarillado es unitario (lluvia y mierda circulan por igual) cuando llueve demasiado y para evitar tirar al mar toda la porquería, se acumula en los depósitos para más tarde vaciarlo poco a poco y así dar tiempo a la depuradora a que haga su trabajo. Pude visitar en el bachillerato la EDAR de Gavà y es todo un espectáculo la de porquería que llegaría al mar. Resumiendo: la visita cumplió con lo prometido, bien explicado.

Parte alta de las dos de las que consta el depósito. El grande vacía por bombeo hacia el pequeño, y éste por gravedad al alcantarillado. Suele estar seco, pero eso no significa que no huela a rayos
Al salir del depósito de Joan Miró, la intención era visitar la Font Màgica de Montjuïc. Pero claro: monumento céntrico + turistas + fin de semana + GRATIS... Imposible. De modo que fuimos detrás de la fira, a la plaça donde se encuentra l'Institut del Teatre para ver si podíamos visitar el Teatre Lliure. Parece ser que a la gente poco le atraía ese edificio, porque abriendo puertas a las 11h, sobre y cuarto aun no había nadie haciendo cola. Pero entonces tuvimos la enorme suerte que solo tienen los que no la buscan, porque los guías del Mercat de las Flors nos hicieron entrar para hacer tiempo a visitar su edificio (no es mercado ni nada, es un centro de danza contemporanea), que está justo enfrente del Teatre Lliure, ya que estaba allí el responsable del edificio y nos iba a hacer una visita en petit comité...

continuará


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