viernes, 20 de diciembre de 2013

Open House Barcelona 48h 2013 (parte 3 de 3)

Historia de una casa
Para poder ejercer de voluntario uno debe conocer el edificio que va a mostrar, ya seas guía o control de acceso. Este año y en mi caso, me tocó la Casa Sayrach.

La Casa Sayrach es un edificio, una finca señorial situada en Av. Diagonal con Enric Granados, construida en 1918 por Manuel Sayrachs i Carreras en el que fue su primer edificio. Adyacente a ella está la Casa Montserrat, construida en 1926 con estilo ligeramente distinto. Divagamos entre los voluntarios presentes sobre quién nos enseñaría la casa, teniendo en cuenta la fecha de su construcción (nieto? bisnieto? La Caixa?). Llega nuestro coordinador de zona, entramos al edificio, subimos hasta el Principal y nos abren la puerta. Lo hace Manuel, de 80 y pico años, hijo del arquitecto y propietario de la propiedad. TOMA!

Techos altísimos pero bien iluminados, marcos amplios de puertas macizas, largos pasillos, alfombra, cuadros mil, bodegones, arañas de techo, cristaleras... todo ello nos conduce a un salón repleto de sillas del XIX acolchadas entorno a un sofá, a nuestras espaldas un piano con la foto de los nietos y colgado un poco más lejos el retrato oleo sobre lienzo de Sayrach padre.

Manuel se sienta y se hace el silencio. Hay personas mayores que cuando empiezan a hablar es como si al mismo tiempo alguien hubiera cogido el mando a distancia y pulsado el botón del mute. Manuel dice que para entender la casa hay que entender a su padre. Había una vez...

Nos cuenta que durante muchas generaciones los Sayrach, que vivían en la villa de Sants, se dedicaban a la cirujía menor, lo que por entonces se conocía como barberos, que hacían sangrados, extracciones de muelas, alivios del dolor... más o menos lo que hace un ATS moderno. Como bien dice Manuel, de vez en cuando en las familias surge un iluminado, alguien que se distancia del resto. Este era Miquel Sayrach i Carabassa, su abuelo. Miquel decide abandonar Sants y bajar a Barcelona para formarse allí como médico, doctorándose en 1880. Funda el Instituto Español de Nuestra Señora de la Salud, una de las primeras mutuas del Estado. Como cualquier hombre de su época, se casa y finalmente en 1886 viene al mundo Manuel Sayrach el arquitecto.

El hombre total
Casa Sayrach y el característico
esqueleto en el hall de entrada
Manuel Sayrach el arquitecto, pero también el poeta, el pintor, el escritor... Es un hombre que engloba en él todo el pensamiento de la Renaixença, es el hombre total. Se hace arquitecto porque cree que de todas las artes es la que permite aproximarse mejor a la idea de la trascendencia artística: el poder llegar con la belleza y proporciones a la máxima expresión del arte, a lo que religiosamente hablando sería Dios.

Manuel dedica para ello toda su vida al estudio, la contemplación, el aprendizaje... durante 40 años no hace otra cosa que aprender y formarse. No puede abstraerse, no tiene tiempo. Su interés político se plasma en la redacción en 1922 del escrito político a Francesc Macià llamado República i constitució. En las artes líricas proyecta un conjunto de 7 obras, Drames de la llum, cada uno de los cuales trata sobre el amor, la amistad, la patria... Los contempla como un todo inseparable, ideando una representación total de la obra, una cada día durante una semana. Solo llegó a publicar la obra romántica Abelard i Eloïsa y el canto a la amistad Reigzel, l'últim amic, a principios de los años 20. Pero ya hemos dicho que será en arquitectura donde destaque de manera más pública, con la construcción de la Casa Sayrach, y posteriormente la adyacente Casa Montserrat.

Hall de casa Montserrat, telones y rejas neocentistes
Sayrach crece como arquitecto en un contexto donde el modernismo es ya tardío y está muriendo, dejando paso a neocentisme. Su concepción filosófica, simbólica, romántica del mundo no encaja en el neocentisme incipiente, por lo que apuesta por el estilo opuesto, el decadente y que se está agotando. Se podría decir que Sayrach es el último modernista. La Casa Sayrach está repleta de simbolismo como no podría ser de otra manera. Representaciones marinas en el hall de entrada, columnas en espiral, conchas, movimiento de oleaje, alegorías a Ulises como concepto romántico de la lucha del hombre contra la naturaleza. Igual ocurre con la fachada, sin líneas rectas, ángulos ni simetrías. Algo parecido pasa con la Casa Montserrat, aunque ésta sea más ecléctica. En el hall encontramos alegorías al teatro, con estucos imitando cortinajes, y algún que otro elemento noucentista, como las rejas de la puerta. Una casa que no hace por encargo, por cierto. La hace por amor.

La trascendencia
Después de dedicar toda su vida a su formación como artista total, llegados a los 40 años, Manuel se casa con la joven Montserrat Fatjó dels Xiprers, hija del alcalde de Cerdanyola y descendiente de los Fatjó de toda la vida. Su matrimonio se puede considerar como una extensión de la concepción del mundo de Manuel, un ejemplo del romanticismo más puro y duro sufrido en sus propias carnes. Ya casados tienen cinco hijos varones prácticamente seguidos: Miguel Ángel, Manuel (nuestro narrador), Narcís, Jaume-Patrici y Abelard. Un matrimonio intenso que se trunca con la muerte en 1932 de Montserrat por unos problemas intestinales. Pocos años más tarde, el afligido arquitecto muere también a la edad de 51 años, dejando huérfanos a los 5 hijos.

Manuel hijo nos cuenta ésto como lo que es, una historia familiar que podrías leer en un libro pero que es de verdad, porque le toco vivirla a él. Con 5 años y junto a sus hermanos, se crían huérfanos en orfanatos de curas y monjas. Con el tiempo Manuel se convierte en periodista y dedica un poco su vida a rescatar la memoria de su padre, enterrado en el tiempo a la sombra del gran modernista. Gaudí no tuvo repercusión política, no así  Sayrach, que se involucró y vivió la dictadura de Primo de Rivera. La relevancia que hubiera tenido en su momento quedo ocultada.

¿Qué pervive de Sayrach? Arquitectónicamente poco. A excepción de las casas mencionadas, construyó el mausoleo de su mujer y reformó una finca familiar con jardines en Sant Feliu, derruida en los años 60. Sus obras poéticas existen, pero tampoco son de ámbito popular. ¿Ha trascendido entonces Sayrach? ¿A alcanzado ese nivel de artista en el que su obra alcanza lo divino, lo perfecto? Su hijo habla sin cesar de la trascendencia durante toda la charla. Pero creo que habla de la trascendencia de uno mismo y consigo mismo. Significa dar todo lo que una persona puede dar: unos darán más y otros menos, pero hay que exprimir al máximo las capacidades de cada uno, saber donde está nuestro techo e intentar tocarlo con la yema de los dedos, igual que hizo su padre en el mundo de las artes.

Manuel hijo termina la conversación con un pensamiento en voz alta: quizás fuese su madre Montserrat la que trascendió, la que alcanzó ese zenit al crear la mayor de las creaciones, dando vida vida a cinco hijos, quizás condensado su propia vida en esa misión. Al fin y al cabo el redescubrimiento de Sayrach, su renaixença, viene a través de la memoria de sus hijos que lo intentan hacer trascender.








jueves, 7 de noviembre de 2013

Open House Barcelona 48h 2013 (parte 2 de 3)

El año pasado no nos metimos en el mogollón, es decir, en el centro-centro de Barcelona. Este año cruzamos los dedos para no encontrarnos con colas interminables de guiris que acudiendo en masa bajo el lema de "¿Dónde va la gente? Donde va Vicente" hicieran los grupos muy masificados. No fue así ni en las mismísimas Ramblas. Allí entramos casi sin querer en el Palau Moja, ya que íbamos disparados hacia el Palau de la Virreina y fue gracias a las pegatinas en el suelo del Open House (sí, sirven) que lo vimos. El tercer edificio ramblero que visitaríamos fue el recién restaurado Teatre Principal, que personalmente no me dijo nada.

Palau Moja a principios del sXX. Esquina de Las Ramblas con Portaferrisa
Empecemos por el Palau Moja. Construido entre 1774-1784 sobre la antigua torre de una de las puertas de las murallas de Barcelona, Portaferrisa, en la época en que la ciudad comienza a extenderse a través de ellas. De estilo neoclásico, la fachada y puerta principal daba a Portaferrisa, ya que por entonces era la calle principal y no la Rambla. El palacio perteneció a los marqueses de Moja hasta que en 1865 muerieron sin descendencia. Se puso entonces a la venta y lo compró un tal Antonio López y López, empresario hecho a sí mismo en Cuba y que de regreso a España invirtió en una empresa naval que negoció con el Gobierno de entonces para llevar tropas y suministros a las zonas de conflictos coloniales. Estuvo en el lugar adecuado en el momento oportuno. Hizo también negocios en las minas de hulla del norte y en el incipiente mercado del ferrocarril, por lo que Alfonso XII al inicio de la Restauración le concedió el título de Marqués de Comillas. Éste ya os suena más.

Alguien intentando captar la belleza rococó desde el suelo
de uno de los salones visitables
El primer Marqués de Comillas (oriundo de Comillas, Cantabria) restauró el palacio a su gusto, con salas muy rococó (que son las pocas que nosotros vimos) e incluso hospedó de vez en cuando a miembros de la realeza cuando estos visitaban la ciudad. Fue de la manera que el recién Marqués obtuvo el trato y favor de la nobleza, ya que si hubiera seguido siendo un burgués por muy rico que hubiese sido, nunca habría podido posicionarse en tan altas esferas.

El edifico, actualmente y después de varios incendios, usos sindicalistas durante la guerra civil, restauraciones, etc son oficinas de Patrimonio del Govern de la Generalitat.



Fachada hipermegafamosa del palau. El retranqueo del edifico respecto
a la calle corresponde al ancho original de las antiguas Ramblas
El edificio al que directamente íbamos a mi me decepcionó bastante. El Palau de la virreina está muy oído, te fijas en él siempre que pasas por delante, pero en cuanto a destacable por lo que puedes ver en la visita no tiene nada.

Se accede por la fachada principal que esta vez si que da a las Ramblas. Portalón ancho y alto, para carruajes, que da acceso a un gran patio, con otro portalón cerrado que da a la Boquería y que de vez en cuanto permanecía abierto para permitir un flujo de gente desde una calle a la otra, cuando se requería. Esta parte baja eran las cocheras y desde allí mediante dos escalitanas de piedra se da acceso a las plantas superiores: la primera la parte noble, la segunda criados y servicio.

Patio interior. Quizás lo más remarcable del Palau visitable

Es curioso que el edificio reciba el nombre de Palacio de la Virreina, pues no se trata ni de un palacio ni en él vivió ninguna virreina. A finales del siglo XVIII volvió de América con una gran fortuna el marqués Manuel Amat i Junyent, que había sido virrey de Perú. Queriendo mostrar suntuosidad se mandó construir un edificio de gran inspiración barroca y rococó. Incluso antes de llegar a Barcelona, desde Perú ya fue dando directrices sobre como lo quería.

Destacan las macetas con detalles frutales que coronan el patio interior, símbolo de opulencia y cantidad. Lo disfrutó poco el Marqués, ya que murió prematuramente y lo heredó su mujer, Maria Francisca de Fiveller. La viuda, la virreina :)


viernes, 25 de octubre de 2013

Open House Barcelona 48h 2013 (parte 1 de 3)

Otro largo fin de semana… que mereció la pena.


El 48h Open House Barcelona ha celebrado este pasado fin de semana su cuarta edición. Ya va cogiendo solera este festival, aumentando en participación de voluntariado y lo que es más importante, afluencia de visitas. A mi parecer sigue flojeando la publicidad que se hace previa al festival: a pesar de venir mucha gente, la mayoría viene poco informada de horarios y de sitios a visitar. Eso si, el que se informa lo hace muy bien, y se planifica su ruta para poder aprovechar al máximo el fin de semana del festival. Se va creando poco a poco un público selecto, y eso es muy bueno.

Estándose haciendo mayor, éste año en el festival se ha experimentado con cosas nuevas respecto años anteriores, básicamente en conceptos económicos. La idea del merchandising de chapas, bolsas de tela, pulseras para no hacer cola, etc. no se cómo habrá funcionado. A mi parecer es un poco atrevido pensar que la gente vaya a pagar por algo en un festival que en si es gratuito. No es el Hard Rock Café ni el Park Güell, para que nos entendamos. Sí que me pareció muy buena idea el cobro de las guías: precio asequible, bastante mejores que las del año pasado y que volaron gracias al ya mentado público selecto, que les hizo un muy buen uso. Una de las cosas que se mantuvo respecto a otras ediciones es la preferencia de acceso a los edificios de los voluntarios, que un año más Mocanam, Yocarti y servidor quisimos aprovechar.


Alzado lateral de la finca Sansalvador
El sábado 19 de octubre nos plantamos en la entrada de la Finca Sansalvador (passeig de la Mare de Déu del Coll, 79) donde Cristo perdió el gorro. Allí se encontraba el solar que compró el doctor Salvador Sansalvador allá por 1909, un terreno alargado con fuerte pendiente, tanta que el doctor pretendía en su parte baja hacerse su residencia de verano, y en la parte más alta construir una pequeña casa para alquilar todo el año. Para ello el doctor contrató al joven arquitecto Josep Maria Jujol, en uno de sus primeros encargos.

Acceso por Mare de Déu del Coll. Casa del guarda
En 1910 se inician las obras con un muro de contención, la casa del guarda, un pozo de agua, unos jardines de montaña… Resulta que a alguien se le ocurrió analizar el agua del pozo, descubriendo que ésta tenía restos de actividad radiológica (por las peculiares características de las rocas que rodean al pozo practicado).



Fuera de preocuparse, el doctor se aprovechó de la fiebre radioactiva que imperaba por aquel entonces gracias en buena medida a los recientes descubrimientos de Marie Curie en química y física (por entonces había quien creía en los efectos beneficiosos de la radioactividad) y decidió detener la construcción de la casa, adecuar el acceso al pozo mediante unas galerías-cuevas e instalar allí una planta embotelladora, para vender el agua con el acongojante nombre de AGUA RADIAL.

Fachada neoclásica y varios de los motivos vegetales
La siguiente visita está a poca distancia de SanSalvador y se trata del actual Albergue de Mare de Déu de Montserrat. Digo actual porque como es lógico, a nadie se le ocurriría hacer un albergue a principios del s.XX allá arriba, y menos en un edificio con características tan peculiares. La familia Marsans, banqueros y si, la de los viajes, se manda construir una casa en lo que por entonces son los exteriores de Barcelona, un poco la moda de la época en contraposición a las grandes mansiones señoriales que la nueva burguesía se hacía en Passeig de Gracia, etc. El pijo de principios del XX quiere aire libre y buenas vistas.

El arquitecto contratado es Juli Marial y se marca un edificio exteriormente muy neoclásico: una fachada con tres módulos que en vertical están muy diferenciados gracias al retranqueo que hacen las alas derecha e izquierda, y dos módulos horizontales (las plantas) separados por unas grandes impostas. El pórtico de entrada con columnas y escaleras remarcan aun más el estilo. La única marca modernista son los motivos vegetales de las columnas y de la balconada, y por supuesto la tribuna lateral acristalada. Pero lo que llama la atención es el hall de entrada, con un conjunto de suelos, mosaicos, columnas y arcos arabescos que no te los esperas para nada. Vivos colores y caracteres árabes en las dos alturas que tiene el hall distribuidor en un edificio de exterior neoclásico con detalles modernistas. Eclecticismo en estado puro.

Tribuna acristalada modernista
Ecléctica es también la historia del edificio. De residencia de los Marsans a expropiación y hospital de campaña durante la Guerra Civil. Después pasa a ser caserna de la guardia mora (curioso por lo del hall). Más tarde se convierte en residencia de niños refugiados polacos durante el final de la Segunda Guerra mundial. Esto a mi me choca, pero un señor que anda por ahí lo explica muy bien: Franco se trae a niños polacos a España (Polonia invadida por los nazis, compartida con los sovieticos y nuevamente invadida por los sovieticos) de cara a lavar la imagen de España hacia los futuros vencedores de la guerra. De refugio pasamos a orfanato de niñas regentado por monjas y finalmente en 1983 pasa a manos del Ayuntamiento, que lo convierte en el primer albergue de la Red de Albergues de la Generalitat.

Hall distribuidor de la casa Marsans. Increible es poco

Dos primeras visitas con más chicha de lo que en un principio me imaginaba, sobretodo el albergue. Pronto aún con tiempo y con ganas de más, cogemos camino al Born. Desde el Coll. A pata...

continuará

martes, 24 de septiembre de 2013

Puig Castellar

Hace ya unos meses que Mocanam, Yocarti y servidor decidimos visitar el antiguo poblado íbero situado arriba del todo donde Cristo perdió el gorro en Santa Coloma de Gramenet, el llamado Puig Castellar.

Personalmente, creo que se ha dado poca cancha a este tipo de poblados íberos, que los hay y bastantes, en Catalunya. Fuera del asentamiento greco-romano de Ampuries que casi todo el mundo ha visitado, poca gente conoce las diferentes fortificaciones y asentamientos que los íberos (layetanos,  lacetanos,  ilergetas…) construyeron y que pueden verse hoy en día diseminados por todo el territorio. El asentamiento que nos ocupa es el del Puig Castellar y se encuentra en la cima del Turó del Pollo (303m). El acceso a pie es bastante fácil: a 40min del metro cuesta arriba o menos aun desde el autobús. Quizás fuera más, no lo recuerdo.

Estado actual del asentamiento layetano del Puig Castellar
Puig Castellar es un asentamiento íbero, para ser más exacto perteneció a la tribu layetana, un pueblo que habitó entre el río Llobregat y el Tordera entre los siglos VI y III aC, con ciudades importantes como Ailuron o Lauro (Mataró), Baetulo (Badalona), Egara (Terrassa) y Blanda (Blanes). El asentamiento layetano fue descubierto por Ferrán Segarra, un habitante de Santa Coloma, cerca del año 1905 en unas tierras que por aquel entonces eran suyas, pero que acabó cediendo al Institut d’Estudis Catalans.

Al igual que la mayoría de pueblos íberos, el asentamiento está situado en un cerro alto, una situación privilegiada que permitía controlar parte del rio Besós y mantener contacto visual con otros poblados cercanos: Ca n’Oliver, Turó de la Rovira, Turó d’en Boscà o incluso Montjuïc. Las construcciones carecen de cimientos: una simple primera fila de material ciclópeo (piedra rodada o cantos en este caso) le sigue una pared de adobe. Los techos son planos, de caña o madera que se recubre posteriormente con paja y barro. En Puig Castellar, la ciudad tiene forma elíptica, con pequeñas casas apiladas unas contra otras a lo largo de una avenida que va subiendo serpentenado el Turó del Pollo desde la puerta principal del muro defensivo hasta la explanada superior.

Recreación del asentamiento. Se aprecian las casas pegadas unas
a otras, el muro defensivo circundante y la única avenida ascendente
Lo que llama la atención del yacimiento es que siempre está abierto. Por las mañanas hacen visitas guiadas de manera gratuita siempre que se pidan por antelación. Pero se puede visitar por cuenta propia, que es lo que hicimos nosotros. En la entrada principal te encuentras con carteles metálicos que van informando sobre los accesos originales, la zona de la muralla, distribución de las viviendas, etc. La información está a cuentagotas y tienes que usar mucho la imaginación. Personalmente preferiría que el sitio estuviese cerrado y mejor controlado. Pero pese a la facilidad del acceso, no se aprecia vandalismo ni suciedad.

Una vez dentro del asentamiento, fácilmente reconocemos la distribución del mismo. Partiendo de la entrada original del muro defensivo, se sigue el camino de la estrecha avenida que servía de distribuidor en sentido horario. Solo hay un camino: va de la antigua puerta principal a la explanada de la cima, serpenteando. No hay callejones, no hay pérdida. Por el camino se aprecia como las casas estaban pegadas unas a otras, compartiendo una de las paredes usándolas como medianeras. Se pueden ver fácilmente en la avenida las zanjas de desagüe que en cada recodo se va entre las casas hacia la muralla y vierta fuera de ella.

Las casas son casi todas iguales, y no parecen muy grandes hasta que entras en la única réplica que hay de una de ellas en todo el recinto. Los paneles informan que es una especie de molino. Dentro (está cerrada con verja metálica, pero… bueno, que se puede entrar) se ve la distribución de una gran sala y luego un habitáculo para grano: vasijas, útiles… No se aprecia más distribución que esa, a pesar de que es bastante grande.
Tipología de vivienda íbera: una base de piedra y continuación
de la pared en adobe, compartiendo medianeras.
El tejado es plano, de cañizo o de paja mezclado con barro
Ya leí una vez en un libro llamado La casa. Historia de una idea de Witold Rybczynski, en un capítulo sobre la comodidad y el confort (conceptos modernos, recalcaba el autor), que hasta hace pocos siglos era corriente que una casa consistiera en una sala única, y que mediante el movimiento de mobiliario pasase a tener varias funciones a lo largo del día: comedor, lugar de trabajo, dormitorio… Dibujos en los paneles explicativos confirman esto: una casa de una habitación con un pequeño hogar y tiro exterior en una esquina, puede que alguna alacena al fondo y ya está.

Es fácil durante el ascenso por la avenida imaginar las casas tal y como debieron ser hace más de 2.000 años, pues la planta original está bien consolidada. Es al llegar a la cima cuando las construcciones se hacen más difusas y se pierde un poco la idea de asentamiento. Incluso en los paneles explicativos puedes leer que en la parte más elevada del asentamiento son todo suposiciones: casas más grandes y mejor protegidas por ser de mayor clase social, o algún tipo de plaza o zona común, o un templo quizás. Nada seguro al 100%.

Lo que se ve. Con la cámara del Xperia J, claro. Parece que el delta del Besós era zona pantanosa y los
barcos podían fondear hasta bastante adentro para comerciar. Una bonita estampa sería ver eso ahora

Si que queda claro, una vez arriba, que el emplazamiento no está elegido al azar. Sin ser un punto excepcionalmente alto, debido a lo llano de lo circundante se abarca con la vista una extensión enorme de terreno, gigante. Antigua tierra íbera aquello, tierra layetana. Todo eso antes era campo.


Enlaces:
www.mac.cat/Rutes/Ruta-dels-Ibers todos los yacimientos íberos en Catalunya
es.wikipedia.org/wiki/Puig_Castellar Puig Castellar en wikipedia


domingo, 15 de septiembre de 2013

Ruska Cesta

El pasado mes de agosto pude ascender junto a Borneo por la famosa carretera eslovena que atraviesa el Parque Nacional del Triglav, entre las ciudades de Kransjka Gora y Trenta, que cruza el valle del Vrsic (a 1611m). Este Parque es el único de categoría nacional en toda Eslovenia, lo cruzan los Alpes Julianos a modo de frontera con Austria y lo culmina la cumbre del Triglav (en esloveno: las tres cabezas) con 2864m.

La carretera en cuestión comienza en Kransjka Gora, una ciudad turística a tocar con Austria e Italia que en invierno se convierte en importante centro de ski y deportes de invierno en general. La ruta que seguiremos nos llevará dirección sur, hacia el centro del Parque.

Alejándonos del centro, enfilamos una carretera recta y suave que deja de lado las aguas del lago Jasna, hasta que al poco nos encontramos con la primera de las 49 curvas en herradura, adoquinadas y numeradas una a una con su altitud correspondiente, de la Russian Road o Ruska Cesta. Una carretera que a parte de las vistas esconde una historia bien curiosa.

Curvas adoquinadas en herradura. A la derecha, señal con numeración y altitud.


El Frente del Isonzo

Frente en algún momento de la Gran Guerra. Varió bastante
entre 1915-1917 durante las disputas entre Italia y Austria-Hungría
Durante la Primera Guerra Mundial, en la zona fronteriza entre Italia y el entonces Imperio Austrohúngaro tuvo lugar la batalla del Isonzo, uno de los frentes más activos durante toda la guerra. El Isonzo (es. Soca) es el rio que históricamente ha servido de frontera natural en esa región, y durante toda la Primera Guerra Mundial fue motivo de disputa.

Lugar estratégico de paso, los italianos querían tener libre ese acceso para posteriormente invadir a la capital vienesa. Los austro-húngaros, anticipándose a las intenciones italianas, reforzaron el futuro frente con algunas construcciones defensivas, pero sobretodo se preocuparon en mejorar las comunicaciones entre la región norte y sur a través de los Alpes Julianos.

Ruska Capela durante la guerra y actualmente
Para ello el gobierno del Imperio decide construir una carretera para poder llevar tropas y suministros al frente del Isonzo. Utilizan prisioneros de guerra rusos en trabajos forzados para construir una carretera que una Kransjka Gora con Bovec, pasando por Trenta y cruzando el valle del Vric (a 1611m). Las obras comienzan en mayo de 1915 para terminarse a finales de ese mismo año. Debido a la situación de montaña de la nueva carretera, ésta necesitará un mantenimiento constante.

Es por eso que a los prisioneros los alojan en campamentos situados a lo largo del trazado. Es en marzo de 1916 cuando una avalancha sepulta uno de estos campamentos, matando a más de 300 prisioneros rusos y varios guardas austriacos. Para conmemorar la muerte de sus camaradas otros prisioneros rusos construyen, en el emplazamiento del campamento sepultado, la Ruska Capela (Russian Chapel).


Si bien la rebautizada Ruska Cesta no vio de primera mano las batallas de la guerra, si que formó parte importante en la batalla del Isonzo puesto que era la via de suministros hacia el frente, repartido desde Bovec (it. Plezzo) hasta Gorica (it. Gorizia), pasando por Kobarid (it. Caporetto) y Tolmin (it. Tolmino). Existen varios cementerios por la zona donde yacen soldados muertos en el frente, pero también prisioneros de guerra que lo único que hicieron fue construir una carretera.