Hace más de 10 años, empecé este blog con la excusa de estar un
poco al día de lo que se cocía en el sector energético. Había comenzado un
curso de formación del Servei d'Ocupació después de quedarme sin trabajo en el mundo
de la ingeniería de obras públicas, una de las grandes afectadas de la famosa
(y que lejano queda ya) crisis del 2008.
El citado curso tenía el llamativo nombre de Técnico en Energías
Renovables. Todo muy teórico pero suficiente para alguien que no sabía
absolutamente nada del sector. De esas clases me quedo con el buen
ambiente que había entre los compañeros, gente joven la mayoría que como yo
andaban detrás de una formación que les pudiera ayudar a salir del pozo en que
la crisis nos metió.
Por suerte o por desgracia, el curso para mí quedó sin terminar, encontré
un trabajo puntual que no aportó mucho, no llegué a hacer prácticas en ninguna
empresa del sector, y mi andadura en el mundo de las renovables terminó allí.
Al no dedicarme finalmente a nada relacionado con el sector, con los años mi
concepto de energía renovable era el de una energía posible, a la que había que
ayudar desde el Estado para que fuera competitiva, y necesaria en criterios
medioambientales (cambio climático, etc.). Creo que es un poco el concepto que
tiene en el gran público de ella: lo renovable es bueno porque no contamina. Es
verde. Y punto.
En los últimos meses han pasado cosas, cosas gordas, que son las
que me han hecho pensar en resucitar el blog. Formato antiguo quizás el blog,
pero es que ya me cansé hace años de twitter y me sirve como obligación para
tener al día Linkedin. Cosas gordas como una guerra abierta a la vuelta de la
esquina y en donde se ha vislumbrado el gran problema que tiene Europa (España
todavía, muchísimo más) en dependencia energética. Dependencia energética
fósil. No solo de Rusia, sino de Argelia, Marruecos, EE.UU (que nadie se olvide
que son los que más salen ganando de todo esto con su Alaska y su fracking),
etc.
A lo que voy. Hoy, y no mañana, la energía renovable se ha
convertido no solo en necesaria por criterios medioambientales, sino obligatoria
como una manera de tener autosuficiencia energética y no depender de terceros, y
de sus precios, al son de lo que ellos bailen. Es la única energía que puedes
autogenerar: puedes no tener pozos petrolíferos o reservas de gas, puedes
pelearte con el vecino y que te cierre el grifo, pero seguro que tienes agua,
sol y aire. Si el no cargarte el planeta, ahogarte en CO2, nadar entre
plásticos,… no era suficiente motivo para apostar (no apostar, el que apuesta
puede ganar o puede perder, aquí no se pierde) por las energías renovables, el
no depender de coyunturas geopolíticas para tu consumo energético lo tiene que
ser por fuerza. La subida constante de la luz no puede depender de factores externos en los que muchas veces (no siempre, ahí están siempre los impuestos a la eléctricas, que si puertas giratorias. Cosas turbias) no se puede hacer absolutamente nada.
En el futuro mundo en el que todo será eléctrico (coches, autobuses,
drones, ¿barcos?...) el generar tu propia energía va a ser vital para no
quedarse atrás. ¿Pero a qué precio por eso? ¿Horizontes llenos de
molinos?¿Desiertos inmensos llenos de espejos solares?¿El retorno a la nuclear,
que recordemos, la Comisión Europea la declaró como verde el pasado febrero? Lo
iremos desgranando. Espero.
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